viernes, 27 de mayo de 2016

Las emociones del paciente


Nunca nos hemos preguntado que les pasa a los pacientes cuando ingresan en un hospital, ni que estados emocionales presentan, pues bien de esto podríamos opinar más o menos, es decir imaginándolo como sería estar ingresado y de ahí opinar, pero si uno de nosotros ha estado en esa situación es más fácil describir las emociones que uno ha podido sentir durante la hospitalización, este es mi caso.
Antes de hablar de mis emociones vividas durante el ingreso os explicare un poco por encima.
Las personas con problemas de salud y que están hospitalizadas, están sometidas  a experimentar estados tensionales y experimentan diferentes estados emocionales:
  • Ansiedad
  • Ira
  • Aburrimiento
  • Tristeza
  • Desesperación
  • Enfado
  • Miedo
  • Angustia entre otras...
Todas estas emociones están provocadas por la hospitalización y motivadas por:
  • Aislamiento: habitación pequeña, acceso restringido, limitación de movilidad...
  • Despersonalización: los pacientes acostumbran a recibir un trato similar, tienen una ropa estandard, cosa que los hace sentir despersonalizados.
  • Disciplina reglamentaria: disciplina horaria, obligaciones higiénicas y otros deberes que han de respetar en todo momento.
  • Dependencia forzosa: a veces hay una actitud pasiva para garantizar el éxito terapéutico.
  • Pérdida de identidad: en 3 sentidos: el espacio físico (habitaciones dobles); corporal (pérdida de intimidad en el tema de la higiene); psíquica (tipo de preguntas).
  • Información deficiente: a veces, el personal sanitario puede olvidar de informar al paciente de que le pasa, que se le hará, por que se le hacen las técnicas...
No todo al mundo le influirá de la misma manera y esto dependerá de:
  • La personalidad del paciente
  • Edad
  • Tipo de enfermedad
  • Familia y amigos
  • Intensidad
  • Rapidéza en la aparición
  • Vulnerabilidad del paciente
  • Apoyo social
Y si hablamos de enfermedad crónica al principio comporta romper los hábitos de vida de antes y poco a poco adaptarse a la situación.
Y como ya he dicho anteriormente podemos decir más o menos que emociones pueden tener, pero si lo hemos vivido podemos enumerarlas mejor, ya que las hemos sentido y ahora os explicare como las viví yo y que sentí. 
Cuando me ingresaron al principio me hacían pruebas y más pruebas y todo lo que hacías antes del ingreso lo dejas apartado hasta la recuperación, primero te tienes que adaptar a dormir con una persona que no conoces, que si no molesta como que mejor, así puedes dormir y estar tranquilo, pero si no es así y no puedes dormir bien te empiezas a enfadar y a irritarte con todos los que están a tu alrededor, luego te tienes que adaptar a los horarios del hospital, a las horas de las comidas que en mi opinión solo los ingleses comen a esas horas y si no puedes moverte te lo hacen todo incluso las higienes, antes te lo hacías tú y ahora te lo tienen que hacer otros, menos mal que ese no fue mi caso y me lo podía hacer yo misma, pero a la hora de los procedimientos, por ejemplo la administración de un enema pues depende de quien te lo haga te dará más vergüenza o no y ya no hablamos de lo largo que se hacen los segundos, digo segundos porque las horas ahí son interminables y aquí es donde aparece el aburrimiento, que no sabes que hacer para que se te pase el día más corto.
Yo de hecho como podía levantarme y caminar pues me acercaba a una ventana y a que no sabéis con que me entretenía, pues bien mirando a la gente como aparcaba, uauuuuuu que divertido pensareis, pero como ya he dicho el aburrimiento aquí aparece todo el día, eso si no vienen a visitarte, si es así pues lo pasas un poco mejor y un poco más entretenido que antes seguro, si que hubo un día que apareció una chica con un montón de libros y no dude en coger uno pero creo que en un día me lo acabe leyendo y si no para entretenerte les dices a tus familiares que te traigan revistas y te las empiezas a leer todas, incluso las más aburridas y que decir de la comida, hombre no estamos en un restaurante si no en un hospital y bueno la comida no será de 5 estrellas pero al menos se deja comer, lo que si me acuerdo es que a la segunda semana más o menos ya me quería ir y si dependiera de mi habría pedido el alta voluntaria, pero claro mis padres no me dejaron y las enfermeras me decían que mejor no la cogiera que tendría que esperar a que me dieran los resultados, esos que tardaron un mes, buffff la verdad es que ya no podía más y eso que me he saltado la parte de que los 4 primeros días estaba en dieta absoluta solo me pasaban sueros y yo quería comer y no podía y aquí viene la parte en la que si el de la cama de al lado estaba comiendo pues claro el olor a comida me abría el apetito y yo sin poder comer, no sabéis la rabia que me daba eso y finalmente después de pasar todo eso vino la alegría cuando después de un mes me dijeron que ya me podía ir, vamos no me lo podía ni creer, así que rápidamente cogí  mis cosas antes de que se arrepintieran y directa a mi casa.
Y para continuar de hablar de emociones os pondré un video que pusieron en clase y me parece una idea perfecta para los peques que están ingresados. 
Es una iniciativa del hospital de Madrid y yo creo que lo tendrían que poner en todos los hospitales y es el acompañamiento quirúrgico a los niños hospitalizados.
Yo os he hablado de mis emociones pero... y los niños que sienten cuando están hospitalizados, seguramente la mayoría de las emociones que os he explicado, eso en el ingreso y en una operación, pues bien imaginaros, a mí por suerte no me han operado nunca pero si lo tuvieran que hacer seguramente sentiría ansiedad, angustia, nervios, miedo entre otras...
Pues imaginaros a los peques cuando tienen que operarlos y ya no digamos de los padres.
Pues esta iniciativa consiste en que dos payasos hacen la espera más agradable, intentan bajar la ansiedad, el miedo y los niños se relajan y por un rato incluso se divierten, de esta manera no piensan en la operación y los padres tampoco, antes cuando no había esta iniciativa los padres se ponían nerviosos y el niño se ponía a llorar y ahora son capaces de gestionar las emociones antes de entrar a quirófano.
Y para finalizar os dejaré con dos frases:
"Creo que gran parte de las enfermedades son el resultado de emociones reprimidas" Paulo Coelho
"Siempre que la ansiedad pueda bajar, la fuerza y la salud pueden subir".

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